La joyería con conciencia social que mantiene viva la artesanía filipina
En Filipinas, la fabricación de joyas es un oficio que se transmite de generación en generación. Pero a medida que los costos del oro y los diamantes continúan aumentando, los artesanos enfrentan cada vez más obstáculos debido a la competencia de precios y a la disminución de la demanda de productos fabricados localmente. Los artesanos filipinos buscan disuadir a sus hijos de elegir la joyería como carrera y recurren a otros trabajos porque han perdido la confianza en esta industria como fuente de sustento.
Dado el peligro inminente de perder por completo la artesanía filipina, Limnia ha puesto el trabajo de estos orfebres en el foco mundial y restaurado su fe en el futuro del oficio. «Creo que Filipinas tiene mucho talento y esto se hace más evidente cuando te vas del país», dice la fundadora Annette Lasala Spillane, una talentosa mujer nacida y criada en Filipinas que ahora reside en la ciudad de Nueva York. Annette trabaja en colaboración con TSKI —una organización filipina sin fines de lucro enfocada en erradicar la pobreza a través del espíritu empresarial— para apoyar a los artesanos mientras funden, ensamblan y pulen sus joyas.
Caracterizadas por su modularidad y su sentido de regeneración, las piezas de Limnia están diseñadas para sentirse siempre como nuevas. Spillane describe sus joyas como «maleables». Según ella, «la idea es que una pieza en realidad nunca es solo una pieza». Cada diseño despierta la creatividad de la persona que lo usa debido a su capacidad de doblarse y convertirse en cualquier otro objeto al instante. Los dijes se transforman en aretes, los collares en cadenas tobilleras y los pendientes en anillos. La versatilidad de las piezas refleja el concepto de regeneración: permite al usuario que sus joyas recuperen su estado de novedad.
La capacidad de transformación infinita de Limnia no solo resiste la evolución del estilo del usuario, sino que también muestra los cambios por los que han tenido que pasar los artesanos en Filipinas. «Cada joya es», afirma Spillane con entusiasmo, «una obra de arte para vestir, una extensión de ti mismo y una expresión de las personas que la hicieron».
Juli Suazo es una periodista independiente de estilo de vida radicada entre Manila y Londres que trabaja para CNN y Eater.
Dado el peligro inminente de perder por completo la artesanía filipina, Limnia ha puesto el trabajo de estos orfebres en el foco mundial y restaurado su fe en el futuro del oficio. «Creo que Filipinas tiene mucho talento y esto se hace más evidente cuando te vas del país», dice la fundadora Annette Lasala Spillane, una talentosa mujer nacida y criada en Filipinas que ahora reside en la ciudad de Nueva York. Annette trabaja en colaboración con TSKI —una organización filipina sin fines de lucro enfocada en erradicar la pobreza a través del espíritu empresarial— para apoyar a los artesanos mientras funden, ensamblan y pulen sus joyas.
Caracterizadas por su modularidad y su sentido de regeneración, las piezas de Limnia están diseñadas para sentirse siempre como nuevas. Spillane describe sus joyas como «maleables». Según ella, «la idea es que una pieza en realidad nunca es solo una pieza». Cada diseño despierta la creatividad de la persona que lo usa debido a su capacidad de doblarse y convertirse en cualquier otro objeto al instante. Los dijes se transforman en aretes, los collares en cadenas tobilleras y los pendientes en anillos. La versatilidad de las piezas refleja el concepto de regeneración: permite al usuario que sus joyas recuperen su estado de novedad.
La capacidad de transformación infinita de Limnia no solo resiste la evolución del estilo del usuario, sino que también muestra los cambios por los que han tenido que pasar los artesanos en Filipinas. «Cada joya es», afirma Spillane con entusiasmo, «una obra de arte para vestir, una extensión de ti mismo y una expresión de las personas que la hicieron».
Juli Suazo es una periodista independiente de estilo de vida radicada entre Manila y Londres que trabaja para CNN y Eater.