Cómo dejar de preocuparse por la falta de sueño
Son las 3 de la mañana y, una vez más, te resulta imposible dormir. Revisas tu aplicación de sueño. Has dormido cero horas y debes levantarte en aproximadamente 230 minutos. Sacas tu teléfono y comienzas a buscar frenéticamente en Google cosas como «cómo dormir» y «ejercicios de respiración para curar el insomnio». Tu corazón late fuertemente. Tus pensamientos están descontrolados. Y ahora, ya son las 3:20 de la mañana. ¿Qué vas a hacer?
Para cualquiera que haya sufrido de insomnio, el estrés emocional que genera la falta de sueño puede sentirse tan negativo como sus implicaciones físicas. Esto no debería sorprendernos. Constantemente nos dicen que dormir lo suficiente es fundamental para nuestra salud en general. Los efectos acumulativos de la privación de sueño han sido asociados con una amplia gama de riesgos para la salud, desde depresión y ansiedad hasta un sistema inmunológico debilitado, enfermedades cardíacas e incluso una mayor probabilidad de sufrir lesiones. No dormir lo suficiente puede parecer como si estuvieras empeorando tu vida o cometiendo un crimen contra ti mismo.
Lo cierto es que los altos niveles de estrés pueden afectar nuestra calidad de sueño enormemente. Por lo que enloquecerse u obsesionarse con los patrones de sueño probablemente no ayudará a la situación. «Hay tanta información en los medios sobre cómo morirás o “te enloquecerás” si no duermes que ahora el sueño se ha convertido en un deporte de alto rendimiento», afirma el Dr. Neil Stanley, un experto independiente en sueño y autor de How To Sleep Well. «Tenemos aparatos y dispositivos portátiles que nos dicen cómo debemos dormir y estas cosas son completamente inútiles... Preocuparse por el sueño es probablemente el mayor saboteador del sueño».
El Dr. David Lee, director clínico de Sleep Unlimited y autor de Teaching The World To Sleep, coincide en que preocuparse por el sueño nunca conducirá realmente a dormir. «Cuando alguien no duerme bien, la ansiedad empeora el problema», afirma. «Pero el sueño es un proceso biológico normal que no podemos evitar. Incluso los peores insomnes del mundo eventualmente dormirán. Entonces, lo que les decimos a las personas para tranquilizarlas es que sí dormirán, sí pueden dormir y el problema que tienen es que se están preocupando demasiado. Si te encuentras en esa situación, tienes que dejar de pensar en eso».
Dormir lo suficiente puede parecer un contrasentido: se supone que debemos priorizar el sueño en nuestras vidas, pero no tanto como para obsesionarnos al respecto. ¿Cómo es eso posible? Según Lee, es importante recordar que nuestros ritmos circadianos (nuestro ciclo natural de sueño y vigilia) funcionan en incrementos de 90 minutos. Entonces, si no tienes sueño, levántate y haz otra cosa hasta que te dé sueño. Y, lo que es más importante, no te estreses ni asumas que es el fin del mundo. «Si no te duermes en 20 minutos, no tiene sentido atormentarte. Simplemente levántate, sal de tu habitación y haz algo que te distraiga durante media hora».
Stanley señala que no te vas a morir si no duermes. Es posible que tengas una noche difícil, claro, pero mañana puede ser diferente, así que evita perder el control. «Nadie ha muerto nunca por falta de sueño», dice. «Los estadounidenses suelen decir: “si no es esta noche, entonces será la noche de mañana”. Incluso el peor insomne logrará tener una o dos noches de buen sueño. Se trata de no ver el sueño como una competencia deportiva y de juzgar cómo te sientes, pero no por la cantidad de horas que duermes».
Daisy Jones es escritora de cultura, editora y autora de All The Things She Said. Su trabajo ha sido publicado en Vice UK, British Vogue, Dazed y The Guardian, entre otros.